La Virgen María Y María Magdalena

Por Ella Rozett, traducion por Jesús Ángel Gomollón Garcia*

María Magdalena y Jesús resucitado, “Noli me Tangere” por Correggio

En los últimos años se ha estado hablando mucho acerca de María Magdalena. Incluso antes de que Dan Brown escribiera “El Código Da Vinci” algunos se referían a ella como una manifestación de lo divino femenino. Esa es la razón por la que algunas personas la confunden con María, la madre de Jesús. Pero María Magdalena fue uno de los discípulos principales de Jesús. Los Católicos la llaman “la apóstol de los apóstoles”, porque Jesús la honró de una manera muy especial. Según la Biblia, le permitió ser la primera persona a la que se reveló después de su resurrección y entonces la envió a contar las buenas noticias a los otros discípulos.

Un par de veces la Biblia cita mujeres que siguieron a Jesús con sus discípulos y “les ayudaron con sus recursos”. En ambas ocasiones se cita primero a María Magdalena, como si quisiese resaltarse su principal importancia. (Véase Mateo 27:56, Marcos 15:40).

Los cuatro evangelios están de acuerdo (lo que es raro) en que María Magdalena fue la primera persona a la que Jesús se apareció y con la que habló después de su resurrección. En Mateo 27:55-28:18 María Magdalena y María la madre de Santiago y José son los únicos que mantienen la guardia en la tumba de Jesús durante toda la noche. Después se van a casa durante una noche, sólo para regresar temprano a la mañana siguiente, antes de que amanezca. Un ángel los saluda en la tumba vacía y les dice que Jesús se ha levantado y les manda apresurarse a encontrar a los discípulos y decirles dónde encontrar a Jesús. Las dos Marías están “temorosas pero llenas de alegría”. En el camino de ida a lo que iban a hacer Jesús se les aparece. Las mujeres “se acercaron, asieron sus pies y se postraron ante él”. Él les repite el mismo mensaje que ya les había dado el ángel: id y decid a los otros dónde encontrarme. Los otros discípulos encuentran a Jesús en el lugar designado, le rinden culto como es debido, pero (al contrario que las mujeres) ellos dudan. Marcos 15:40-16:13 (y Lucas 23:55-24:12) cuentan más o menos la misma historia. Pero sólo él pone más énfasis en la incredulidad de los discípulos masculinos. Ellos no creen a María Magdalena que Jesús haya resucitado de la muerte, ni tampoco creen a otros dos discípulos hombres que después les dan la misma noticia, ni siquiera al Señor mismo en su cuerpo resucitado.

Juan menciona a María Magdalena estando bajo la cruz con las otras dos Marías (Ver el artículo: La Virgen María y la Biblia) y tiene también hace una bonita narración de cómo ella fue la primera discípula a la que se apareció Jesús resucitado en Jn 20:1-18. Aquí ella grita tan fuerte que no reconoce a Jesús cuando él le habla hasta que la llama por su nombre: “¡María!”. Entonces ella inmediatamente exclama “Rabboni” que significa mi maestro. Aparentemente ella se lanza hacia él y quiere abrazarlo, porque él le avisa “No me toques, porque aún no he subido al Padre” (Otros simplemente traducen: “¡No me toques!”).

María Magdalena en los Evangelios Apócrifos

(Numeración y textos según el libro Todos los Evangelios, edición de Antonio Piñero, Editorial Edaf)

Evangelios apócrifos son aquellos que no fueron admitidos en la Biblia. Desde que fueron suprimidos hasta ahora sólo se han encontrado copias y fragmentos dañados. Las palabras [entre corchetes] señalan los huecos en el manuscrito que fueron rellenados por las mejores suposiciones de los estudiosos. Corchetes vacíos [] significan que no se ha sabido hacer ninguna suposición plausible; falta demasiado¹.

María Magdalena figura de forma prominente en el “Evangelio de Felipe”, “El Evangelio de María” y en el “Diálogo del Salvador”. En los tres es presentada como su favorita, la discípula más iluminada. Pero eso no quiere decir en absoluto que ella sea venerada unánimemente por los discípulos. Al contrario, todos los evangelios hablan del conflicto que la rodeaba. Los evangelios apócrifos son bastante claros al respecto de que esto era a causa de los celos y la falta de respeto de los discípulos masculinos por las mujeres. Se habla explícitamente de conflictos de género. Estos conflictos son superados temporalmente, pero no resueltos realmente.

Esto sería bueno que lo supiesen Dan Brown y todas aquellas personas que quieren creer que los primeros cristianos estaban libres de este tipo de conflictos y que la idea de suprimir a las mujeres en general y a María Magdalena en particular sólo llego después, cuando la iglesia Católica Romana se estableció como una institución del Imperio Romano. Ciertamente el Emperador Constantino no fue de ninguna ayuda para la liberación de las mujeres, pero incluso cuando Jesús aún estaba vivo, la mayoría de los discípulos hombres no podían seguirle en su trato igualitario del otro sexo.

Los evangelios canónicos (bíblicos) no ahondan tan profundamente en el conflicto de género, aunque mencionan celos y competitividad entre los discípulos hombres. En lo que concierne a los sentimientos de los apóstoles hacia María Magdalena, sólo mencionan que los discípulos hombres no le creyeron que Jesús hubiese resucitado. Pero ellos tampoco creyeron a los hombres ni incluso al mismo Jesús.

He aquí lo que los supuestamente tan iluminados evangelios apócrifos tienen que decir sobre el género de María:

El Evangelio de Tomás termina así:

“Simón Pedro les dijo, ‘Haz que María nos deje, pues las mujeres no merecen la vida.’ Jesús dijo, ‘Yo mismo la guiaré para convertirla en un hombre, de forma que también ella pueda convertirse en un espítitu vivo como vosotros los hombres. Porque cada mujer que se convierta en varón entrará en el Reino del Cielo’”

Algunos dicen que este pasaje contradice frases anteriores del Evangelio de Tomás, y fue por tanto añadido después por un redactor posterior. Se refieren al versículo 22: “Jesús les dijo, ‘cuando hagáis de los dos uno, y cuando hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior, y lo de arriba como lo de abajo y cuando hagáis lo masculino y lo femenino como uno y lo mismo, de modo que el varón no sea varón ni la hembra hembra; y cuando forméis ojos en lugar de un ojo y una mano en lugar de una mano, y un pie en lugar de un pie, y una semejanza en lugar de una semejanza; entonces entraréis [en el Reino].”

“El Diálogo del Salvador”, a la vez que concede a María un lugar de honor, también equipara “feminidad” con inferioridad, mundanería, y obstáculos en el camino espiritual. Dice, 144:15-21: “Cuando rezamos, cómo deberíamos rezar? El señor dijo, ‘Rezad en el sitio donde [no] haya mujer’, Mateo dijo, ‘Él nos dice, ‘Rezad en el sitio donde [no] haya mujer,’…..’Destruid [las] obras de la feminidad’ no porque ella sea otro […], sino de modo que ellas (la obras) cesarán [a salir de vosotros].”

Los Evangelios de Felipe y de María ambos cuentan de los celos de los discípulos hombres porque Jesús amaba a María más que a ellos y le revelaba cosas a ella que no les revelaba a ellos.

Incluso María misma en el Evangelio de María equipara masculinidad con superioridad cuando dice en 9:19-20: “Alabemos su grandeza, porque nos ha preparado (y) convertido en hombres.”

La última parte de este evangelio es un relato de María de lo que Jesús le dijo en una visión. Pedro le había pedido que contase este relato (en 10:1-5): “Hermana, nosotros sabemos que el Salvador te amaba más que al resto de las mujeres. Dinos las palabras del Salvador que recuerdes-que tu sepas (pero) que nosotros no sepamos ni hayamos oído de ellas.”

Pero cuando ella termina:

“Andrés respondió y dijo a los hermanos, ‘Decid lo que (queráis) decir sobre lo que ella ha dicho. Yo por lo menos no creo que el Salvador dijese eso. Porque ciertamente esas enseñanzas son ideas extrañas. Él les preguntó acerca del Salvador: ¿Realmente habló él en privado con una mujer (y) no abiertamente con nosotros? ¿Tenemos todos que girarnos y escuchar todo lo que diga? ¿La prefería él a ella antes que a nosotros?’ Entonces María lloró y dijo a Pedro, ‘Pedro, hermano mío, ¿tú qué piensas? ¿Crees que yo inventé esto en mi corazón o que yo estoy mintiendo acerca del Salvador?’ Levi respondió y dijo a Pedro, ‘Pedro, tú siempre has sido colérico. Ahora te veo enfrentándote a la mujer como adversarios. Pero si el Salvador la hizo valiosa, ¿quién eres tú ciertamente para rechazarla? Seguramente el Salvador la conocía muy bien. Por esa razón la amaba más que a nosotros. Mejor avergoncémonos y seamos hombres perfectos, y separémonos, como el nos mandó y prediquemos el evangelio, no escribiendo ninguna otra ley más allá de lo que dijo el Salvador.’ Cuando [….] y empezaron a partir [para] proclamar y predicar.” (17:10-fin del evangelio).

El evangelio de Felipe 55b-56 dice:
“Y la compañera del S[alvador es] María Magdalena….ella más que…..los discípulos…..besa a ella…..en su….. El resto de … ellos le dijeron, ‘¿Por qué la amas a ella más que a nosotros?’ El Salvador respondió, ‘¿Por qué no os amo como a ella? Cuando un ciego y un vidente están juntos en la oscuridad, no se diferencian el uno del otro. Cuando aparece la luz, entonces el vidente ve la luz, y el ciego permanece en la oscuridad’” – Aparentemente María Magdalena estaba bastante más iluminada que los otros discípulos.

La gente rellena los huecos en el texto según el contexto, que sugiere que Jesús la besaba en la boca. Escriben: “El Salvador la amaba más que a los otros discípulos y solía besarla a menudo en la boca.”

Pero incluso aunque Jesús la besase a menudo en la boca, uno no tiene por qué asumir que también tenían relaciones sexuales. Cuatro capítulos antes, Felipe habla sobre el besar en la boca como un ritual de ser nacido o “engendrado” espiritualmente de Jesús.

“[Todos los que son engendrados en el mundo son engendrados por la naturaleza y los otros por [este del que] fueron engendrados. El hombre [recibe alimento] mediante la promesa del lugar superior […] por la boca. Y si el logos hubiera salido de allí, se nutriría por la boca y se haría perfecto. Pues los perfectos conciben mediante un beso, y engendran. Por ello nos besamos unos a otros, recibiendo la concepción por la gracia mutua que hay entre nosotros” [30a-31]

Suena como si todos se besasen unos a otros en la boca. ¿Estaban todos casados entre sí? ¿Abogaban por el amor entre el mismo sexo y el matrimonio en grupo? ¡Por supuesto que no!. Por lo menos durante los primeros quinientos años de la Cristiandad, besarse unos a otros en la boca era parte del ritual de la Eucaristía (o “última cena”) incluso dentro de la Iglesia oficial. A esto se hace referencia en la biografía de María de Egipto (más sobre ella más abajo). El texto antiguo describe a esta eremita extremadamente casta y humilde recibiendo la Eucaristía la noche antes de su muerte: “Después de que se había pronunciado la oración, ella besa al sacerdote, como es la costumbre, en la boca, recibe los santos misterios y dice….” (Gertrude y Thomas Sartory: “Maria von Aegipten” -María de Egipto- Allmaccht der Busse, Herder Taschenbuch, 1982, p. 55)

Es cierto que el Evangelio de Felipe continúa durante 13 páginas hablando acerca del gran misterio del matrimonio y de la unidad original de hombre y mujer en el primer humano (antes de que el aspecto femenino fuese separado). El dice que: “Cristo vino a reparar la separación que hubo desde el principio y unir de nuevo los dos”. [78] Pero también habla acerca del misterio de la “cámara nupcial” de un modo confuso, oscuro y esotérico, sugiriendo que excede con mucho lo que cualquier persona normal asociaría con cámaras nupciales. E.g. en [95b-96a]: “Aquél que ha sido ungido lo posee todo. Posee la resurrección, la luz, la cruz y el Espíritu Santo. El Padre le dio esto en la cámara nupcial;” y en el versículo [66] dice: “De agua y fuego han surgido el alma y el espíritu. De agua, de fuego y de luz (ha surgido) el hijo de la cámara nupcial. (…) El señor [hizo] todo en forma de misterio: bautismo, unción, eucaristía, redención y cámara nupcial.[68]” El Evangelio de Tomás 50:15 se refiere a la “cámara nupcial” como el lugar (esta tierra) donde el novio, Jesús, llega a unirse con su novia, los discípulos.

El evangelio de Felipe parece sugerir que Jesús encontró una profunda unión espiritual con María Magdalena, que él consideraba extremadamente importante, pero que pudo haber sido puramente espiritual, pues él dice en [61c-62]:

“El que abandona el mundo no puede ser ya aferrado, pues él estaba en el mundo manifiestamente por encima de la pasión de [….]y el miedo. (…) “No temas a la carne, tampoco la ames; si la temes se adueñará de ti; si la amas te devorará y te paralizará.”

Y en [103-104a]: “En el eón es otra la imagen de la unión. Los denominamos con estos nombres, pero hay otros;”;

113 “El espíritu se une con el espíritu, y el logos cohabita con el logos. (…)Si te haces luz, la luz es la que cohabitará contigo…”. [122a]“Si el matrimonio del mancillamiento es oculto, ¡cuánto maś es el matrimonio inmaculado un verdadero misterio! No es carnal, sino puro; pertenece no al deseo sino a la voluntad; pertenece no a la tiniebla o a la noche, sino que pertenece al día y a la luz”

Algunas personas reclaman que ‘compañera’, el título dado a María Magdalena en el Evangelio de Felipe, era equivalente a ‘esposa’. Sin embargo “El Libro de Tomás el Atleta” , incluido también en la biblioteca de Nag Hammadi, otorga el mismo título a Tomás. En 138:6-10 Jesús dice: “Puesto que se ha dicho que eres mi gemelo y compañero auténtico, investiga para que sepas quién eres, y de qué modo existes y qué llegarás a ser”.

A mí me parece que si María y Jesús hubiesen estado casados del modo ordinario e impuro, los discípulos no se habrían extrañado tanto de por qué el la amaba más que a ellos y de por qué le decía cosas a ella que no les decía a los otros. ¿No les habría encantado a los patriarcas explicar su estatus especial diciendo que provenía de su matrimonio con Jesús? No es un reto mucho mayor para un pensamiento patriarcal tener que reconocer que ella era así de especial en y por sí misma y que Jesús la apreciaba completamente sin usarla para él mismo en modo alguno?

¿María Magdalena una antigua prostituta?

Otra cuestión que necesitamos discutir es, ¿Por qué decidieron los Cristianos identificar a la “mujer pecadora”, i.e. prostituta, que limpió los pies de Jesús con sus lágrimas y los cubrió de besos, con María Magdalena? Hoy muchos sospechan que fue por malicia, en el intento de denigrar a María Magdalena y desbancarla de su lugar de honor. Es cierto que durante milenios los hombres han rebajado o difamado a cada mujer fuerte y virtuosa de la Biblia. Sin embargo, pienso que llamar a María Magdalena “una antigua prostituta” es un caso aparte y sirvió a una necesidad más amplia tanto de los hombres como de las mujeres.

El primer problema que apunta a esta interpretación es que la Biblia no presenta a María Magdalena de forma apropiada. Saliendo de ninguna parte, aparece como la principal entre las mujeres seguidoras de Jesús y es la persona a quien más cerca está él después de su resurrección. El texto menciona en un lugar aparte que él la curó de siete demonios, pero esto no parece explicar por qué hay ese amor especial entre ellos. De modo que uno se queda naturalmente buscando pistas para rellenar los huecos de la historia y trata de enlazarla con otras historias de la Biblia. Una de las posibles pistas puede ser que ambas, la “mujer pecadora” y María besan sus pies y son muy apasionadas al expresar su amor. Jesús las recompensa a ambas por mostrar libremente su devoción. La segunda pista es que la historia de la “mujer pecadora” en Lucas 7:36-50 es seguida inmediatamente por su primera mención de María Magdalena. En esta historia Jesús acentúa el amor y devoción ejemplares de la mujer diciendo: “Por lo cual te digo que le son perdonados sus muchos pecados porque amó mucho. Pero a quien poco se le perdona, poco ama” (Lc 7:47). Siguiendo este razonamiento se deduciría que María Magdalena tendría que haber pecado mucho antes de encontrar a Jesús, porque ella ciertamente lo amaba grandemente.

El segundo problema de la caracterización de Magdalena como una antigua prostituta es la frustración de las mujeres con la Virgen María como el ejemplo principal de cómo debería ser una buena mujer. Cuántas veces he oído quejarse a mujeres católicas de que tenían un problema con la Virgen María porque ella es un ejemplo imposible de seguir. ¿Cómo puede esperarse de nosotras que seamos una madre, esposa y virgen?! Para ser tan parecidas a ella como fuese posible, se recomendaba tradicionalmente a las mujeres que fuesen esposas y madres, pero también “castas”. Es decir, por un lado se esperaba de ellas que no fuesen sexy, no quisiesen o no disfrutasen del sexo. Por el otro lado debían garantizar el sexo a sus maridos siempre que los hombres quisieran, como su “deber marital” y su deber hacia Dios de procrear. Esto hacía enojar a muchas mujeres, no con los hombres, con los que no era seguro estar enojada, sino con la Virgen María, que aparentemente las había puesto en esta posición. Los hombres tampoco gustaban de este ejemplo de mujer-virgen, porque no les permitía gozar tanto como desearían con sus propias esposas.

Entonces, aparece aquí María Magdalena, la antigua prostituta y mujer apasionada y heroica hasta el final. Ella puede ser reformada, pero por lo menos sabe todo sobre el sexo. Ella no es nunca recatada sino desafiante, y con confianza en sí misma.

 
 

“Santa María Magdalena Penitente” por Tiziano

¿No era un un regalo tener una variedad de mujeres entre los discípulos de Cristo? ¿No profesan las feministas y seguidoras del culto de la Diosa que uno necesita honrar lo femenino en todos sus arquetipos: como la virgen, la prostituta, la doncella, la madre y la bruja? Me parece que es lo que los Cristianos estaban tratando de hacer. Ellos aceptan la virgen, madre, prostituta y bruja.

La bruja encuentra su máxima expresión en los evangelios como Isabel, la prima de la Virgen María y madre de Juan el Bautista. (Para ver lo importante que fue el apoyo emocional y espiritual de Isabel para la Virgen María, léase el artículo “La Virgen María en la Biblia“)

 
 

Isabel y la Virgen María en “La Visitación”, por el Maestro del retablo de los Reyes Católicos

Todas esas mujeres están en el círculo íntimo de Jesús y nunca se dice nada malo sobre ellas. Incluso si se identifica a María Magdalena con la antigua prostituta, esto nunca se aduce en su contra. Al contrario, la Iglesia Católica la santificó porque dejó ese modo de vida y Jesús la perdonó, amó, honró y defendió.

Es cierto que los sacerdotes célibes tienden a enfocarse en la virginal María más que en la apasionada Magdalena que sabe de todo sobre “lo bajo del mundo”. Desafortunadamente ellos no pueden ser indulgentes con un tema que les resulta tan amenazador como la sexualidad. Pero los artistas Cristianos se sentían siempre felices de asumir esta causa. Cerca de la virgen recatadamente cubierta, les gusta pintar a una María Magdalena dramática y sensual. Su cabello largo y fluyente, pintado tradicionalmente de rojo ha sido mucho tiempo un símbolo de la capacidad de un Cristiano de hacer las paces (o por lo menos esperar hacerlas) con la fuerza de la sexualidad.

Hay una razón más por la que María Magdalena fuese etiquetada como una “prostituta reformada”: En algún tiempo entre los siglos IV y VI vivió una mujer asceta en el desierto de la Tierra Santa. Su nombre era María de Egipto y ella fue realmente una prostituta reformada de Alejandría que se hizo famosa por hacer un giro de 180º de la lujuria extrema a la santidad extrema, cambiando la unión sexual con los hombres con la unión divina con Dios. Vivió 47 años en el desierto, desnuda y prácticamente sin comida. En el mundo Cristiano Ortodoxo es venerada todavía, pero en la Cristiandad Católica su historia se fundió gradualmente con la historia de María Magdalena, la otra penitente famosa. Las dos continuaron mezclándose la una con la otra, hasta que María de Egipto fue olvidada y su historia pasó a ser la de María Magdalena. De aquí la tradición Francesa de que María Magdalena vivió como una eremita en Sainte Baume, en la Provenza, vestida sólo con su cabello y alimentada sólo por los ángeles. (Véase: ibid.: p.12. Para más detalles sobre María de Egipto buscar en Google con su nombre+católico o +ortodoxo)

Por cierto, referirse a alguien como “penitente” no implica que esa persona sea particularmente pecadora (como a menudo se asume por los no-Cristianos). Más que eso, significa que escogen un estilo de vida ascético de penitencia, algo a lo que todos los Cristianos están llamados desde Juan el Bautista y Jesús. Cuando han terminado con la purificación de sus propios errores continúan con penitencias por el resto de la humanidad. Como Jesús y sus apóstoles (y como muchos practicantes serios de otras religiones) toman voluntariamente sobre sí lo que serían grandes dificultades para otros y lo utilizan para transformarse ellos mismos y a otros.

Cynthia Bourgeault escribió el libro probablemente más equilibrado sobre todo lo relacionado con María Magdalena. Se titula “El Significado de María Magdalena: Descubriendo la Mujer en el Corazón de la Cristiandad”, Shambala Publications, Boston 2010. Ella también ve ventajas en atribuirle el ser una penitente y prostituta y dice: “Dios a veces escribe derecho con líneas torcidas”. (p.27)

 
 

Sea lo que sea de lo que Magdalena se arrepiente, en el arte Cristiano no es por ser sensual.
Aquí está ella apretando a Jesús en la cruz contra su pecho desnudo. “La Magdalena Penitente”,
por Paolo Pagani (c.1661-1716)

Diosa del amor: ¿Afrodita, María Magdalena o la Virgen María?

Para mí, María Magdalena y la Virgen María son como Isis y su hermana Nephtys (Griego) o Nebthet (Egipcio). Isis era más famosa, más importante, más poderosa. Pero ella tenía una hermana que era su opuesto complementario. Isis era el día, la vida, la fertilidad; Nephtys la noche, muerte, esterilidad. Sin embargo decidieron trabajar juntas por un bien mayor, y gradualmente Isis incorporó todos los atributos de su hermana.

Similarmente, la Virgen María tiene su hermana espiritual Magdalena. La una es pureza, virginidad, obediencia, humildad silenciosa. La otra es pasión, sexualidad, altamente indignante e inconformista sin vergüenza. Una vez que las Marías virgen y prostituta se unieron como una pareja de hermanas en el espíritu, la Virgen empezó a reclamar su sexualidad y la prostituta su santidad.²

En el pensamiento y el arte medievales la Virgen María tenía que asumir todos los viejos papeles de las diosas. Eso significaba que era responsable de todo lo que tiene que ver con la vida de una mujer: amor, pasión, fertilidad, llevar a los niños, rezar y morir.

El papel de la Virgen María como diosa Cristiana del amor fue expresado en tres símbolos: la rosa roja, el unicornio y el color rojo.

1. Desde tiempos antiguos la rosa roja era un símbolo de la diosa Venus y el amor erótico. La vagina era referida a menudo como ‘la pequeña rosa debajo del rosal’. En la Edad Media, con sus trovadores que difundían una cultura de amor refinado y espiritual y con los cruzados enfatizando el amor del propio sacrificio, la rosa conquistó la imaginación de los Cristianos Europeos. Se hizo uno de lo símbolos favoritos del amor humano y divino, romántico y espiritual. La Virgen María se hizo conocida como ‘la rosa mística’ y su guirnalda de oraciones como el ‘rosario’, una colección de rosas. Hasta hoy en día se dice que cada vez que alguien reza el rosario, María es coronada con una corona de rosas frescas, i.e., con el poder del amor y la feminidad.

2. María y el unicornio eran retratados a menudo en un jardín cerrado. Según el mito, sólo una virgen pura (el jardín cerrado simbolizaba su vientre virginal)³ podía capturar a un unicornio. El poderosamente bueno, pero ferozmente salvaje animal no podía ser matado por cazadores a menos que se cruzase con una virgen pura. En ese caso reposaría su cabeza en su regazo y caería dormido. En ese instante golpearían sus perseguidores.

En el contexto Cristiano, esta historia vino a significar que el fiero Dios masculino sólo podía ser atado a este mundo, domado y hecho dócil por la extremadamente pura y dócil Virgen María. Una vez que él entraba en su vientre y se convertía en Jesucristo podía ser sacrificado como el Cordero de Dios para el bien de todos.>

 
 

Pero el unicornio también retuvo su aspecto mundano. Representaba la masculinidad salvaje, feroz, que sólo podía ser domada por la feminidad pura, y se dejaría ser atrapado alegremente y hecho dócil en un matrimonio sagrado. En ese contexto la Virgen María representaba la feminidad virtuosa domando la masculinidad salvaje y canalizando la pasión erótica dentro del ‘sacramento del matrimonio’.⁴

3. El amor apasionado de la Virgen María también vino a ser representado por los vestidos rojos bajo su manto azul. Aparentemente la gente se sentía tan justificada en sus pasiones sexuales por los vestidos rojos de María que durante el Renacimiento la iglesia decidió ponerle fin a la Virgen María como diosa del amor. De repente ya no se permitió más retratarla en rojo, y tampoco se permitieron más unicornios. En 1563 el Concilio de Trento condenó todas las asociaciones de la Virgen María con el unicornio y de aquí en adelante sólo se permitieron velos blancos virginales y mantos de azul del cielo.

Aquí es cuando las dos Marías, que se habían convertido en una, fueron separadas de nuevo y la responsabilidad de mantener un espacio para la sexualidad humana recayó solamente sobre los hermosos hombros desnudos y el pelo rojo suelto de María Magdalena.

A mí me gustan los dos aspectos en una figura y encuentro que la Virgen María es bastante eficaz en bendecir la unión de esposo y esposa con una pasión cósmica. Desafortunadamente no tenemos una diosa del amor humano en la Cristiandad. Nos falta el arquetipo de Afrodita. Lo más cerca que podemos llegar a él es en la idea de la prostituta buena, que en el contexto Cristiano sólo puede significar una antigua y arrepentida prostituta, una santa sensual y apasionada como María Magdalena.

Estoy de acuerdo en que ‘Afrodita’ es un nombre mucho más amable para el arquetipo de ‘diosa del amor’ que una ‘prostituta arrepentida’. Pero como Afrodita es una diosa Griega, solamente tenemos que darnos cuenta de que María Magdalena es la forma Cristiana de Afrodita, el mismo arquetipo con un nombre diferente.

“El Código Da Vinci” de Dan Brown

Aunque el libro no me impresionó, me encantó la película.

Ciertamente, si Jesús se hubiese casado, habría sido con María Magdalena. En la Biblia, así como en el arte, ella es retratada de forma consistente como su discípula femenina más próxima, una muy íntima, definitivamente con elevados tonos románticos. Muchas representaciones de la crucifixión la muestran abrazada alrededor de la cruz de Cristo con una intimidad tan física que el mensaje no puede ser pasado por alto: Jesús y María Magdalena eran de alguna manera una pareja.

 
 
 
 

Escultura en St. Sulpice, París: una extraña representación de la Piedad que incluye a María Magdalena. Ella aparece como la esposa de Jesús, sosteniendo su mano en la muerte, y como la nuera de la Virgen María. Fotografía: Ella Rozett

La costumbre Judía dictaba efectivamente que un Rabino tenía que estar casado, y Jesús fue llamado Rabino en varias ocasiones. Pero la costumbre Judía también decía que una vez que un hombre estaba casado, no tenía que hablar a ninguna mujer aparte de su hermana y su familia inmediata. Jesús, por otra parte, dio muestras de hablar a muchas mujeres y no preocuparse demasiado sobre las leyes y las costumbres. Sabemos con seguridad que el apóstol Pablo no estaba casado e incluso así, contrariamente a la costumbre Judía, hablaba en las sinagogas. También sabemos que ambas opciones, estar casado y ser célibe eran condiciones completamente aceptables para los líderes de la iglesia temprana.

Por lo tanto, nunca podremos saber de forma segura si Jesús estaba casado con María Magdalena y si tuvieron hijos, pero no creo que eso haga ni mucho menos tanta diferencia como Dan Brown sugiere. El mensaje de Jesús no dependía de ello. Pero hay ciertamente mucha mayor evidencia de que Jesús fuese célibe de que estuviese casado. Para dar sólo un ejemplo: en Mateo 19:11-12 Jesús dice que no asumir el matrimonio por causa del reino de Dios es un misterio que practican muchos, pero que muchos otros con capacidades inferiores no pueden comprender.

Aunque Jesús hubiese tenido hijos, no tendrían por qué haber sido necesariamente importantes. Como él dice en Mateo 13:50, y en los otros evangelios: aquellos que cumplen el deseo de su padre celestial son su familia. Ciertamente sus apóstoles deben haber tenido hijos, pero estos hijos no son mencionados en ninguna parte. Recuérdese que aquí estamos hablando sobre religión y sobre el reino de Dios, no sobre líneas sanguíneas de dinastías y reinos mundanos, que terminan usualmente con imbéciles a causa de la endogamia.

Otros fundadores religiosos tuvieron hijos que no desempeñaron ningún papel importante en la historia. El hijo de Buda no fue particularmente especial y murió a edad temprana. En el Islam sólo la minoría Chiíta asumió la línea sanguínea de Mahoma a la hora de determinar su liderazgo. El Judaísmo ciertamente venera su línea sanguínea de patriarcas, pero los profetas que Dios estableció como líderes espirituales eran independientes de cualquier línea sanguínea. El Señor Krishna, el dios Hindú del amor, debe haber tenido miles de hijos, porque se dice de él que tuvo 16.000 reinas y más consortes! Pero yo nunca he oído mencionar a sus hijos en ningún sitio. Históricamente, sólo el liderazgo de Bahai era pasado de padres a hijos. De modo que parece que la iluminación espiritual no se transfiere normalmente con el ADN.

Pero si está buscando la divinidad en el ADN de alguna persona, eso es fácil de encontrar, porque todos hemos sido creados por Dios y a imagen de Dios, recibiendo Su Aliento, i.e., su espíritu, a mí me parece que toda la raza humana está en la línea sanguínea de Dios.

En lo que concierne a la supuesta motivación (según “El Código Da Vinci”) para el ocultamiento del matrimonio de Jesús: Dan Brown dice que fue el esfuerzo de la Iglesia Católica retratar a Jesús como puramente divino y no humano. En realidad, la Iglesia insistió desde el principio en que Jesús era ambos, divino y humano.

Argumentó contra los Gnósticos que querían negar la humanidad de Jesús diciendo que él realmente no sufrió en la cruz, porque Dios no sufre. También argumentó contra aquellos que querían disminuir su divinidad enseñando que Jesús empezó como un humano ordinario y sólo después se convirtió en el Hijo de Dios.

Sólo que no fue hasta el concilio de Éfeso (431 E.C.) que la Iglesia no se puso de acuerdo precisamente en cómo de divino y cómo de humano era Jesucristo en cada momento, y cómo coexistían esas “dos naturalezas”.

En mi opinión las “dos naturalezas de Cristo” son precisamente el núcleo y la joya de la Cristiandad. Es muy raro encontrar otra religión que nos dé permiso de ser, como Jesús, verdaderamente humanos y verdaderamente divinos. La Cristiandad mística lo hace.

Más que herir la veneración de la “feminidad divina”, insistiendo en que Jesús era “verdaderamente humano y verdaderamente divino”, desde el momento de su concepción,en realidad le dio un gran impulso. Porque justificaba la veneración de la Virgen María como Madre de Dios.

Lo que es verdaderamente cierto es que en un cierto punto la Iglesia comenzó a suprimir cualquier cosa que apoyase la participación completa de las mujeres en la Iglesia. Pero la compartición del ministerio y el poder no dependía de los supuestos descendientes de María Magdalena y Jesús. En vez de ello habría sido con seguridad suficiente emular a Jesús y Pablo (¡en un día bueno!). Pero en su lugar, la propia relación de Jesús con las muchas mujeres de su vida fue ignorada, y se añadieron al las cartas auténticas de Pablo otras misóginas. (Véase mi artículo “Mujeres de Espíritu y Poder en la Biblia”, especialmente la sección “la Mujer que ungió a Jesús”).

¿Y el Santo Grial? En la película es descrito como “la fuente del poder de Dios en la tierra”. Si Jesús es el poder de Dios en la tierra, entonces María, su Madre, podría ser vista como su fuente. De hecho, mucho de lo que se dice en la película acerca de María Magdalena es más cierto sobre la Virgen María que sobre María Magdalena. Louis Charpentier en su libro “ Les Mysteres de la Cathedrale de Chartres” -Los misterios de la Catedral de Chartres- explica que los caballeros Templarios fueron a Jerusalén no a buscar el Santo Grial, sino el Arca de la Alianza, que esperaban encontrar en las ruinas del Templo de Salomón. Charpentier dice que ciertamente encontraron un conocimiento esotérico y una fuente de poder y bienestar que les permitió de repente crear catedrales góticas. Puede que sea así, pero junto con ese conocimiento encontraron también Vírgenes Negras (ver mi artículo) y veneraban a sus Madres Oscuras en esas catedrales.

Desde antiguo a la Virgen María le fue dado el título de “Arca de la Alianza”, porque ella era la vasija de la Nueva Alianza: Jesucristo. A ella dedicaron los Templarios su orden, sus catedrales y sus corazones.

Lugares de Peregrinación de María Magdalena

1. Éfeso: Donald Carrol afirma lo siguiente en su libro “”Mary’s House: The extraordinary story behind the discovery of the house where the Virgin Mary lived and died” -La Casa de María: La extraordinaria historia detrás del descubrimiento de la casa donde vivió y murió la Virgen María- en las páginas 78-80: “En 1952 un gran sarcófago fue desenterrado cerca de la entrada de una gruta en las afueras de Éfeso, conocida como la Cueva de los Siete Durmientes, así llamada debido a una antigua leyenda Cristiana ligada a ella. El sarcófago fue identificado positivamente por el Profesor Louis Massignon del College de France como la tumba de María Magdalena. Los huesos fueron extraídos y se encuentran hoy en la Iglesia de Santa María Magdalena en Paris. (Puede leer más acerca de la casa de María en Éfeso en el artículo “La Virgen María y la Diosa”).

2. Así, París resulta interesante por dos motivos. Por la Iglesia de Santa María Magdalena y por el santuario y el lugar de aparición de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en la Rue du Bac. El aspecto exterior de la iglesia de la Magdalena (L’église de Sainte Madeleine) es una gran reproducción de un templo Griego que durante mucho tiempo ha alojado lo que se dice ser el fémur de María Magdalena, pero que no provenía de las excavaciones en Éfeso. Cuando yo estuve allí en 2006 no encontré ningún otro resto de María Magdalena y el encargado local me aseguró que no se guardan más en esa iglesia. Más tarde averigüé que la iglesia tiene una cripta (que yo no vi). ¡Quién sabe que están escondiendo allí!.

3. Sainte-Baume es un hermoso lugar en el sur de Francia, donde se dice que María Magdalena pasó los últimos 30 años de su vida como una eremita. Hay mucha mayor y más antigua evidencia de que vivió con la Virgen María y Juan en su hogar en Éfeso después de la crucifixión de Cristo. Sin embargo, es concebible que también viajase a Francia. Después de todo Jesús había instado a sus apóstoles y discípulos a emular su vagar como mendigo sin hogar. En cualquier caso un sitio donde una santa ha sido honrada e invocada por aproximadamente mil años está seguramente lleno de su presencia bendita.

Cuando estuve allí, mi impresión fue que en lugar de María Magdalena, María y Marta de Betania estuvieron en esa parte de Francia. Los restos de esta última son venerados en la cercana Tarascon. Mucha gente piensa que María de Betania, y María Magdalena eran una y la misma persona, muchos otros (incluyéndome a mí misma) opinamos diferente. (Para peregrinaciones que incluyen una visita a Sainte-Baume, vaya a nuestra página de inicio).


Notas al pie

1. Todos los evangelios apócrifos citados aquí pueden encontrarse en “The Nag Hammadi Library”-La Biblioteca de Nag Hammadi”. Es un libro que debería poder conseguirse a través de cualquier librería.
2. Cf. Charlene Spretnak, Missing Mary –Echando de menos a María-, Palgrave McMillan, New York: 2004, pp. 211-13
3. Este simbolismo se remonta al Cantar de los Cantares.
4. Un sacramento es un “signo eficaz de gracia instituido por Cristo y confiado a la Iglesia, por medio del cual se nos otorga vida divina”. Véase: Sacraments of the Catholic Church –Sacramentos de la Iglesia Católica- Para mayor información véase la magnífica página web de Kayleen Asbo.

*Prof. Jesús Ángel Gomollón Garcia enseña ingenieria en la universidad de La Coruña, cerca de Santiago de Compostella, España.Interfaithmary en Español

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